Con este blog os abrimos una ventanita para que podáis asomaros y ver el día a día de los más pequeños del cole.

viernes, 20 de abril de 2018

Aventura Pirata (clases de 4 años)

¡Hola, familias!

Hoy os invitamos a venir de excursión con los niños de las clases de 4 años. Os llevamos a la Península de La Magdalena.


Nos hizo un día espectacular con un brillante sol y un cielo muy azul. Allí nos esperaban los monitores del centro Medio Ambiental Los Viveros, con nuestra querida Chantal al frente.


Y nos esperaban para contarnos la historia del Pirata Patapocha (es que, como todo gran pirata que se precie, tenía una pata de palo). 


Y así empezó nuestra aventura.


Fuimos buscando todos sus tesoros que había escondido por todo el bosque. Nos organizamos por parejas con un calderuco para ir recogiéndolos.


Y fuimos caminando y caminando, a la sombra de los árboles, buscando tesorucos y descubriendo los distintos parajes de la Península de La Magdalena.


Y así, entre otras cosas, descubrimos el Embarcadero Real, donde probamos el hinojo marino y, menos mal, porque con él recuperamos fuerza y energía para seguir con nuestra aventura.


Caminando nos encontramos una rata de madera, de las que iban de "polizontes" en los antiguos barcos piratas. ¡Y también un oso pardo!


Y muuuuchas más esculturas que nos iban señalando las pistas a seguir.


Subiendo la montaña, tras las huellas del Pirata Patapocha, encontramos el árbol del amor (dos árboles entrelazados en un abrazo).


Ascendimos por unas escaleras hasta la cima donde, detrás de una tela de araña gigante encontramos un árbol muy antiguo... ¡¡y otro con cara!!


Nosotros continuamos nuestro camino, buscando nuevas pistas y recogiendo tesoros.


Por un camino tortuoso encontramos la espada del pirata. Señal de que estábamos ya muy cerca.


Llegamos a una charca que era cristalina hasta que llegó nuestro pirata y se cayó dentro. Todo el licor que llevaba en una petaca se vertió en el estanque y ya no pueden vivir allí seres vivos, ni ranas, ni nada. Tenemos que tenerlo muy en cuenta para evitar contaminar otros estanques que nos podamos encontrar en la naturaleza.


Y muy cerca pudimos vislumbrar ¡¡¡barcos pirata!!!

Y allí acabó nuestra aventura, pero cerca teníamos el mini-zoo de la Magdalena y nos acercamos a saludar a los familiares de nuestra Patosa. Vimos cómo daban de comer a los pingüinos y a las focas. 


Verles a ellos con su desayuno abrió nuestro apetito así que nos fuimos al parque a dar cuenta de nuestros almuerzos.


Y después... ¡¡a jugar!!!


Y no paramos... hay energía para rato.


Nos divertimos muchísimo y nuestras "profes" estaban muy contentas con nosotros porque nos portamos fenomenal.

Y hasta aquí la aventura de estos pequeños exploradores. Esperamos que os haya gustado. Pronto os traeremos más. ¡Os esperamos!


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